Tras un servicio del ministerio God Behind Bars (Dios Tras Las Rejas), en colaboración con la Iglesia Life, muchos reclusos se entregaron a Jesús en el Instituto Correccional de Gadsden, Estados Unidos.
“¡Llenamos el gimnasio de la prisión con 300 mujeres encarceladas! Cientos de estas mujeres entregaron su vida a Cristo”, declaró la organización.
“El avivamiento está ocurriendo en esta prisión”, añadieron.
God Behind Bars celebró dicho servicio, donde se pudo evidenciar un intenso momento de adoración, el cual tuvo su punto más álgido con la interpretación de las 300 mujeres reclusas cantando la famosa composición del autor Sinach, “Way Maker”. Esta canción de adoración forma parte del repertorio de numerosas iglesias cristianas en todo el mundo y ha sido grabada hasta por setenta artistas; esta cifra manifiesta la extensión de su influencia a cada persona que la siente en su corazón.
A pesar de que algunas de estas mujeres están cumpliendo largas condenas, que van de los 10 años hasta cadena perpetua, el ministerio enfatiza que, “en Jesús, son libres”.
“Jesús es el Hacedor de Caminos para estas mujeres. No hay prisión que pueda contener la adoración de los santos”, compartió la organización en un post en Instagram.
Los comentarios se encontraban llenos de bonitas expresiones que demuestran cómo está en marcha la intervención de Dios en la vida de las internas.
“Basta con mirar a cada una de estas maravillosas mujeres y ver que no importa cómo las vea el mundo o incluso cómo ellas mismas se vean, Dios las ve y las ha limpiado de todo. El Espíritu Santo estaba realmente presente en esa habitación”, dijo un seguidor.
Ver esta publicación en Instagram