Antes de salir el sol, un rey niño fue a beber
Al arroyo en la pradera, bajo el claro amanecer
Y al mirarse reflejado, se sintió desfallecer,
Y se enamoró del agua y quiso allí siempre beber
Y qué consejo puedo darte, si ante el cielo y el infierno,
Hoy te atreves a jurarle amor eterno...
Cuida de ella, no mancilles su hermosura,
Mira el blanco que hoy adorna su cintura
No la engañes, no traiciones su confianza,
No permitas que se muera su esperanza...
Y demuestra que además de ser humano,
Aún se puede ser un hombre y ser cristiano
Y lo demás el tiempo lo dirá
Antes del amanecer, el arroyo despertó,
Y vio al niño aproximarse con la clara luz del sol,
Y al contacto de su mano se sintió estremecer,
Y se enamoró del niño y quiso darle de beber
Y qué consejo puedo darte, si ante el cielo y el infierno,
Hoy te atreves a jurarle amor eterno...
Sé un refugio para el loco que te quiere
Sé un remanso, un hogar que nunca muere
No le engañes, no traiciones su cariño,
Y recuerda que en el hombre hay siempre un niño...
Y demuestra que además de ser humana,
Aún se puede ser mujer y ser cristiana
Y lo demás el tiempo lo dirá
Qué consejo puedo darte, si ante el cielo y el infierno,
Hoy te atreves a jurarle amor eterno...
Sella el pacto, cuídalo como un tesoro
Y defiende tu promesa como el oro
No desmayes, permanece siempre fuerte
Sobrevive, sé coherente hasta la muerte
Y demuestra que además de ser humano,
Aún se puede ser persona y ser cristiano,
Y lo demás el tiempo lo dirá