Durante un servicio de “Celebración de la Vida” el pasado sábado, el padre de la cantante cristiana Mandisa, quien falleció repentinamente el 18 de abril, informó a la audiencia que su hija no falleció por autolesión, sino que había estado batallando con el COVID-19 en sus últimas semanas de vida.
“Ella no se hizo daño”, aseguró John Hundley, padre de Mandisa, en medio del servicio que se realizó en la Iglesia Bautista de Brentwood en Brentwood, Tennessee, respondiendo a las especulaciones que han surgido de que la cantante se habría suicidado.
“Mandisa amaba al Señor, y el Señor amaba a Mandisa», agregó.
A pesar de que no se ha hecho pública la causa oficial de su muerte, Hundley habló sobre el tema durante el servicio conmemorativo.
“No soy detective. Pero he hablado con el detective dos veces. Le dije lo que iba a decir y no estuvo en desacuerdo conmigo, aunque dijo que, por supuesto, no puede decir nada todavía. Creo que pasarán unas tres semanas antes de que puedan dar un informe”, reveló.
Asimismo, explicó que “Mandisa no tenía forma de rodear la cama, subir y tomar un teléfono para pedir ayuda”.
“Ella me dijo hace algún tiempo que había contraído COVID-19 y que se había sentido débil al tratar de superarlo. Pero estaba tratando de seguir adelante”, continuó.